El 74 % de los reclutadores afirman poder detectar currículums generados por IA, advierte estudio

Por qué eso espanta a los reclutadores

Ojo al dato: el 74 % de los reclutadores detecta currículums generados por IA y muchos los descartan ipso facto, sin esperar ni un segundo. Si dais por bueno ese texto automático, en vez de ser vuestra carta de presentación, vais a parecer un robot. Y creedme, eso no mola.

Lo que hacen muchos es meter frases de relleno tipo “excelente comunicador” o “altamente orientado a resultados” sin prueba detrás. Eso provoca sospechas: “¿y este quién es de verdad? ¿y ese proyecto real o sacado de un sinapsis de IA?”. Y ojo, porque si no fluyen ejemplos concretos ni hay ni un mínimo fallo o toque humano, ya está: señal de alarma en RR HH. Se pierde personalidad, la chispa, la autenticidad… y eso lo huelen rápido.

Cómo usar la IA sin que te juegue una mala pasada

La IA vale una barbaridad para ordenar ideas y agilizar el borrador. Pero solo empieza con ella, no terminéis con ella. Lo que tenéis que hacer es transformar ese esquema en vuestro estilo: meted anécdotas, resultados claros (“reduje costes un 15 %”, “lideré equipo de 5 personas”), fallos leves (algún giro raro, una coma donde no va), un poco de imperfección que venda humanidad.

Personalizad cada versión para cada oferta, no mandéis lo mismo a todas partes. Nada de dejarlo así sin revisión, o va a sonar robado, ajeno… cutre.

Cómo equilibrar tecnología y toque personal

En las entrevistas, muchos recruiters os cuentan que usan IA para filtrar currículums. Pero ojo, porque luego un 93 % afirma que el elemento humano sigue siendo esencial. Es decir: la herramienta está ahí para ellos también, pero buscando lo auténtico, lo que refleja quién eres.

Por eso os recomiendo tirar de IA, por ejemplo, para estructurar —encabezados, apartados, competencias—. Después rellenad con vuestros datos, ajustad el vocabulario, removed las frases vacías y añadid fallitos intencionados. Que huela a persona, no a plantilla mascada.

Esto también evita esa moda de “CV clónicos” que tanto enfada: se intenta echar por un lado la tecnología, pero no el corazón. Si no, los sistemas están poniendo pruebas psicométricas, entrevistadores automatizados… Durísimo.


En conclusión: tú al volante

  • La IA es una herramienta potente, pero solo sirve si tú la dominas.
  • Sin tu voz, sin autenticidad, nunca destacas.
  • Y, sobre todo: una pequeña imperfección puede marcar la diferencia entre sonar único o sonar… máquina.

Haz que tu currículum dé la sensación de que hay una persona real detrás, con debilidades, con experiencia y con ganas de sumar. No es cuestión de saber usar IA: es saber cuándo soltarla y tomar el control.

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