Datos personales y fotos siguen generando descartes automáticos

Hay algo que sigue pasando en 2025 y sorprende más de lo que debería. Muchos currículums siguen siendo descartados de forma automática por detalles que no tienen nada que ver con la experiencia o con las habilidades del candidato. No hablamos de faltas graves ni de perfiles mal enfocados. Hablamos de datos personales innecesarios y, sobre todo, de fotos en el currículum.

El mercado laboral ha cambiado mucho. Las empresas reciben cientos, a veces miles, de candidaturas para una sola oferta. Y para gestionar ese volumen, cada vez dependen más de sistemas automáticos de filtrado, los conocidos ATS. El problema es que muchos candidatos siguen enviando currículums pensados para otra época. Y eso, aunque no se note, penaliza.

Aquí no va de hacerlo bonito. Va de no quedarte fuera antes de que nadie te lea.

Por qué los datos personales sobran más que nunca

Durante años se ha asumido que un currículum debía incluir de todo. Edad, estado civil, dirección completa, DNI, nacionalidad… incluso disponibilidad horaria detallada. Hoy, gran parte de esa información no solo no aporta, sino que puede jugar en tu contra.

Las empresas, especialmente las medianas y grandes, evitan recopilar datos personales que no sean estrictamente necesarios. ¿El motivo? Cumplimiento legal, sesgos inconscientes y procesos más limpios. Si un ATS detecta información sensible que no encaja con el formulario estándar, puede marcar el CV como no apto o simplemente dejarlo fuera del primer filtro.

Y luego está el factor humano. Aunque el currículum lo lea una persona, muchos reclutadores prefieren perfiles que van directos al grano. Qué sabes hacer, qué experiencia tienes y qué puedes aportar. Todo lo demás se puede preguntar más adelante.

Incluir datos personales de más no te hace parecer más completo. En muchos casos, te hace parecer desactualizado. Y eso, en un proceso competitivo, pesa.

Un error muy común es pensar que cuantos más datos pongas, más confianza generas. En realidad, ocurre lo contrario. Un currículum eficaz hoy es claro, limpio y centrado en lo profesional. Lo demás estorba.

La foto en el currículum, el gran filtro silencioso

Aquí viene el tema más delicado. La foto.

En España sigue existiendo la costumbre de poner foto en el currículum, pero la realidad es que cada vez más procesos penalizan o ignoran CV con imagen, especialmente cuando pasan por filtros automáticos. No es una cuestión estética. Es una cuestión de sesgos y de estandarización.

Los sistemas ATS no “leen” imágenes como lo hace una persona. Una foto puede romper el diseño, dificultar la lectura del contenido o hacer que el sistema no identifique bien la información clave. Resultado, currículum descartado sin que nadie lo sepa.

Pero incluso cuando hay revisión humana, la foto puede jugar malas pasadas. No porque el candidato haga algo mal, sino porque introduce variables que no deberían estar ahí. Edad aparente, género, rasgos físicos. Muchas empresas prefieren evitarlo directamente.

Y no, no es que la foto esté prohibida en todos los casos. Hay sectores donde sigue siendo habitual. Pero si hablamos de procesos generalistas, administrativos, técnicos, digitales o corporativos, la tendencia es clara, menos imagen y más contenido.

Por eso, muchos descartes automáticos no se deben a falta de experiencia, sino a una mala adaptación del currículum al sistema actual.

Para que lo veas claro, estos son algunos de los elementos que más problemas siguen generando en los filtros automáticos:

Edad, estado civil, DNI o número de identificación, dirección completa, fotografía incrustada en el documento.

Con eliminar eso, en muchos casos, el CV ya pasa un primer filtro que antes no superaba.

El currículum ya no es una carta de presentación personal. Es una herramienta técnica que tiene que funcionar bien en sistemas automáticos y, después, convencer a una persona. Si falla en el primer paso, el segundo nunca llega.

Por eso, actualizar el currículum no es solo cambiar fechas o añadir experiencia. Es entender cómo se lee hoy un CV, quién lo lee primero y qué espera encontrar.

No te descartan por quién eres. Muchas veces te descartan por cómo presentas la información. Ajustar eso no garantiza el trabajo, pero sí evita quedarte fuera antes de empezar.

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