Desempleo Juvenil

España es el primer país de Europa de mala inserción laboral de sus jóvenes, según los datos recogidos por la Unesco en la edición 2012 del estudio anual “Educación para Todos” (EPT), publicados en el día de ayer.

Debemos mencionar que uno de cada tres jóvenes españoles de entre 15 y 24 años dejaron sus estudios antes de acabar la enseñanza secundaria, frente a la media europea, que habla de uno de cada cinco, de acuerdo con este estudio, que recoge el progreso de los objetivos educativos fijados en Dakar en 2010 y cuya fecha tope de cumplimiento es 2015.

Para los responsables del informe, las cifras de abandono escolar en España son “preocupantes” habida cuenta de que se trata de un país “duramente golpeado” por la crisis y donde el paro juvenil superó el 50 % en marzo de este año.

Además no hay que dejar de mencionar que los autores del informe constataron que entre 2007 y 2009, las tasas de paro entre los jóvenes europeos que no habían completado sus estudios aumentaron “de forma amplia”, a excepción de Alemania, aunque España fue sin duda “la peor afectada” de todos los países del continente.

Por otra parte, cabe destacar que el estudio recupera además la expresión “ninis (ni tienen trabajo ni lo buscan), al señalar que “al menos un cuarto de los jóvenes españoles que dejaron sus estudios al acabar el primer ciclo de enseñanza secundaria y un quinto de los que la abandonaron después del bachillerato en la actualidad tampoco buscan empleo”.

“Crear puestos de trabajo per se no va a ayudarnos a salir de la crisis”, indicaron los autores, para quienes, “Europa debe formar a jóvenes con competencias profesionales adecuadas, con experiencia previa y con capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías”.

Por ello, desde la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) se insiste en fomentar las prácticas y pasantías, y en mejorar la formación profesional como se ha hecho “con gran éxito” en Alemana, a fin de preparar a los jóvenes para el mundo laboral.

El esfuerzo merece la pena, según los cálculos de la institución, que estima que cada dólar invertido en educación y en competencias supone un retorno de 10 dólares para la economía del país inversor.

Además debemos destacar ya que es importante, que los salarios españoles se han comportado con una gran inercia temporal debido al sistema de negociación colectiva: la negociación sectorial-provincial que tomaba en cuenta situaciones medias más que mínimas; una ultraactividad que desincentivaba la negociación cuando el resultado podía rebajar acuerdos anteriores logrados en circunstancias económicas diferentes; y unos convenios plurianuales escasamente revisables ante acontecimientos inesperados.

Sin embargo, no podemos olvidar que aunque en la época de expansión la evolución de los salarios reales fue muy moderada, cuando nos golpeó la recesión la inercia de la negociación colectiva impidió una rápida moderación salarial que habría permitido mitigar en algún grado la destrucción de empleo.

No obstante se ha tenido la voluminosa destrucción de empleo propia de la falta de ajustes salariales y, como el invitado a cenar que llega a los postres, la moderación salarial ha ido llegando cuando le queda poco recorrido para evitar una mayor pérdida de puestos de trabajo.

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